Pero en ningún momento se recomienda colocar a su bebe en una andadera. Si su hijo tiene un desarrollo normal, es decir, que logre las actividades y las habilidades que correspondan a su edad, no requiere de ningún aditamento para auxiliar sus capacidades. Es mejor guiarlo en su desarrollo a través de la estimulación que le brinde la oportunidad de una movilidad libre y segura. Cuando se utiliza la andadera, nos afecta negativamente, y nuestro desarrollo se altera y nuestros papis no se percatan de ello, ya que los cambios suelen ser mínimos, pero repercuten negativamente en la adquisición de otras habilidades del desarrollo temprano e incluso en las actividades escolares.
Por otro lado, cuando caminamos en la andadera, proyectamos el tronco hacia adelante y llevamos las piernas hacia atrás, por lo que a pesar de que caminemos tempranamente, no lo hacemos en forma independiente, adquirimos posturas anormales y debilidad muscular que nos favorecerá caídas frecuentes una vez que logremos la marcha independiente. Además, tendremos una deficiente coordinación motora que nos impedirá ser hábiles durante los juegos infantiles, al correr y en las actividades deportivas.
